La computación de alto rendimiento (HPC) utiliza superordenadores y clústeres para realizar cálculos complejos a gran velocidad. Los sistemas HPC, esenciales en los sectores científicos, de la ingeniería o los negocios, realiza cuatrillones de cálculos por segundo, superando con creces a los ordenadores estándar. La HPC permite el rápido procesamiento de grandes conjuntos de datos y simulaciones, impulsando los avances en los campos de la la atención sanitaria, la aviación o la industria, entre otros.