Cloud computing: definición, ventajas y productos

¿Qué es el cloud computing?

 

El «cloud computing» es una práctica cada vez más extendida que consiste en ofrecer servicios cloud bajo demanda, como infraestructuras y recursos informáticos. En los últimos veinte años esta práctica ha evolucionado considerablemente, hasta tal punto que a día de hoy las infraestructuras cloud representan más de un tercio del gasto anual en servicios informáticos a escala mundial. Los sistemas de cloud público, privado e híbrido han transformado la forma en la que empresas de todo el mundo, desde vanguardistas startups hasta grandes multinacionales, conciben sus infraestructuras informáticas.

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Definición de cloud computing

Dicho de forma sencilla, el cloud computing es la práctica consistente en ofrecer servicios informáticos a distancia, alojándolos en uno o más datacenters externos en lugar de en servidores dedicados «on-premises». Así pues, en lugar de adquirir y desplegar los recursos digitales necesarios en sus propias instalaciones, las empresas pueden acceder a ellos de forma remota a través de un proveedor de cloud, con pago por consumo.

¿Por qué tantas grandes empresas confían en el cloud para alojar sus recursos informáticos críticos?

Ventajas del cloud

Flexibilidad y agilidad

Gracias al cloud computing, usted y sus trabajadores podrán acceder a archivos online a través de dispositivos como ordenadores y smartphones. De este modo, resulta mucho más

sencillo gestionar los datos, ya que estos archivos pueden almacenarse, compartirse y organizarse en una red cloud.

Estos servicios de cloud se alquilan, a menudo con facturación por consumo, de forma que ofrecen una respuesta ágil a las exigencias de su negocio. Así podrá eliminar recursos y adquirir otros nuevos sin grandes inversiones ni sobreasignación. Así pues, este sistema contribuye a garantizar la continuidad del negocio, pero a un precio asequible.

Velocidad de despliegue

El camino hacia el cloud es cada vez más corto, y es que pasar del concepto a la producción nunca había resultado tan rápido ni sencillo para los usuarios del cloud. Esta tecnología permite desplegar nuevos recursos en solo unos clics y escalar o desescalar sus soluciones cloud fácilmente. Gracias a esta mayor escalabilidad, las empresas pueden ampliar su infraestructura, absorber cómodamente los picos de tráfico, desplegar y eliminar entornos sandbox, y reducir en general el tiempo de comercialización.

Control del gasto

A medida que las empresas crecen, debemos tener en cuenta los costes permanentes de sus operaciones e infraestructuras informáticas en relación no solo con las necesidades presentes, sino también futuras. La economía de escala que permite alcanzar la tecnología cloud es difícil de superar, ya que no es necesario anticipar las cargas de trabajo ni invertir en costosos recursos que solo se utilizarán en un par de ocasiones. Con un proveedor de servicios cloud, el cliente solo paga por los recursos que utiliza y solamente cuando los necesita, tanto si hablamos de la tecnología en la que se basan sus productos y soluciones, de la infraestructura informática de su empresa o del almacenamiento a largo plazo de sus bases de datos sensibles.

Escalabilidad

La transformación digital hacia el cloud ofrece una agilidad imbatible en términos de escalabilidad. El hardware de sus soluciones se gestionará de forma totalmente externa, por lo que usted tendrá total libertad para añadir o eliminar nuevos recursos a distancia, en muchos casos con solo un clic. De este modo, las empresas gozan de una mayor libertad a la hora de utilizar sus arquitecturas, en lugar de estar centradas en el proceso de despliegue.

Seguridad reforzada

La seguridad ha sido, durante demasiado tiempo, una preocupación constante para muchas empresas, reticentes en parte a migrar al cloud, parcial o totalmente, por este motivo. Sin embargo, el cloud se ha desarrollado enormemente durante los últimos años para ofrecer una respuesta directa a estas preocupaciones. Así pues, a día de hoy existe una amplia oferta de soluciones de seguridad cloud, incluyendo el uso de conexiones privadas seguras entre su infraestructura local y los datacenters externos, una sofisticada protección anti-DDoS y backups automatizados, entre otros.

Libertad de localización

La ubicación de los datos es un factor clave a la hora de diseñar cualquier infraestructura: no solo permite optimizar el rendimiento de los sitios web y aplicaciones, sino también disfrutar de determinadas certificaciones o cumplir con reglamentaciones específicas, como la Cloud Act y el RGPD. Gracias al alojamiento seguro de los recursos en datacenters externos, estos recursos se ubican lo más cerca posible de sus equipos y usuarios finales. Asimismo, se reducen las preocupaciones asociadas al cumplimiento de reglamentaciones específicas.

Diferentes tipos de cloud

El concepto del cloud computing es muy sencillo, pero la migración al cloud puede realizarse siguiendo diferentes enfoques (IaaS, PaaS, SaaS): desde uno relativamente sencillo hasta el más sofisticado. Estos son los tres enfoques más comunes a la hora de migrar al cloud:

Infrastructure-as-a-Service (IaaS)

Al automatizar los componentes de una infraestructura de vanguardia, las empresas de todos los niveles pueden controlar mejor sus costes al tiempo que disfrutan de una mayor escalabilidad y agilidad. Las empresas, al no tener que desplegar, gestionar y realizar el mantenimiento de sus infraestructuras «on-premises», gozan de una mayor libertad para innovar. Con el enfoque IaaS, las empresas contratan una infraestructura informática (potencia de cálculo, almacenamiento y red) con un proveedor de cloud, pero siguen supervisando la gestión de sus aplicaciones críticas, así como de sus sistemas de seguridad, bases de datos y sistemas operativos.

Platform-as-a-Service (PaaS)

Con el enfoque PaaS, los equipos pueden construir, testar, desplegar y gestionar sus propias aplicaciones en una plataforma cloud diseñada para ayudar al usuario. La infraestructura informática subyacente, como el hardware y el middleware, es gestionada por un proveedor de cloud fiable. Los equipos informáticos internos no necesitan encargarse del mantenimiento de la infraestructura, por lo que pueden centrarse en las necesidades de la empresa en materia de datos y aplicaciones, favoreciendo así un crecimiento sostenido del negocio.

Software-as-a-Service (SaaS)

Con el modelo SaaS, las plataformas de software se alojan externamente, en el cloud, y los usuarios pueden acceder al software online, mediante una suscripción. De este modo, las empresas no tienen obligación de adquirir, instalar y actualizar las principales plataformas de software, mientras que los equipos en todo el mundo pueden acceder a sus herramientas clave. Con SaaS, el usuario solo tiene que preocuparse por la gestión de sus propios datos en una aplicación, ya que el proveedor externo se encarga de administrar el software en el cloud.

¿Cómo funciona el cloud?

Existen diferentes estrategias de despliegue que se adaptan a los tres casos de uso que acabamos de describir. Cada uno de estos enfoques ofrece ventajas específicas para el entorno cloud...

Cloud privado alojado

La flexiblidad del cloud se combina con la potencia de los recursos dedicados. Esto permite que las empresas desplieguen un datacenter virtual de alto rendimiento mientras que el proveedor de cloud se encarga de la gestión del hardware. De este modo disfrutan de la potencia y la autonomía de una solución totalmente gestionada y dedicada sin que sea necesario administrar o realizar el mantenimiento del hardware: la opción perfecta para los equipos informáticos que buscan optimizar sus recursos.

Cloud público

Los recursos cloud bajo demanda ofrecen todo lo necesario para pasar de la fase de prueba a un despliegue a gran escala, con una relación rendimiento-precio óptima y múltiples posibilidades para

escalar. Un enfoque de cloud público permite modernizar las empresas de todos los niveles, desde startups que buscan lanzar sus soluciones de la forma más rápida posible hasta multinacionales que necesitan recursos bajo demanda para proyectos y aplicaciones específicas.

Cloud híbrido

Esta solución combina lo mejor de las soluciones bare metal y cloud en una infraestructura convergente e inteligentemente integrada para multiplicar sus ventajas. Así pues, un usuario cloud puede utilizar una flota de servidores dedicados para impulsar sus sitios web y aplicaciones, pero confiar en el cluod para automatizar y agilizar el almacenamiento de sus datos. Las posibilidades son casi infinitas.

OVHcloud ofrece una amplia gama de soluciones cloud a través de diferentes universos de productos que abarcan estos tres enfoques, permitiendo que los clientes construyan una infraestructura virtual adaptada a las necesidades de su empresa, su presupuesto y sus objetivos a largo plazo. ¡Le invitamos a descubrir las diferentes opciones a la hora de adoptar la tecnología cloud! Si necesita ayuda, puede ponerse en contacto con nuestro equipo comercial: estaremos encantados de estudiar sus necesidades en detalle y asesorarle sobre las soluciones cloud más adaptadas a su caso particular.